Un sistema de gestión ambiental (SGA) es una herramienta que permite a la industria alcanzar un control sistemático del nivel de las actuaciones que previamente sean establecidas para la protección del medio ambiente.
Con la implantación del SGA la industria inicia un proceso de mejora continua logrando con ello cambiar la imagen, minimizar los residuos sólidos, emisiones y vertidos contaminantes, optimizar el consumo de materias primas en los procesos productivos; reflejando así un ahorro en los costos, consiguiendo con ello aumentar la rentabilidad de la industria, además la calidad del proceso y/o productos.
El éxito del sistema depende del compromiso de parte de todos los niveles y funciones, especialmente de la alta gerencia.
El nivel en el cual se detalla, la complejidad del SGA, la cantidad de documentación y los recursos destinados al programa, dependen del tamaño de la empresa y de la naturaleza de sus actividades.