Esta gimnasia combina: los movimientos, la respiración y la concentración.

Hay dos formas de practicar el Chi Kung:

* Dinámica, donde el movimiento es primordial para mover la energía.
* Estática, pudiéndose practicar de pie, sentado, o mismo acostado.

El objetivo del Chi Kung es saber utilizar nuestra energía para evitar bloqueos energéticos que provocan la enfermedad.

Practicar regularmente esta gimnasia, nos ayuda a tener flexibilidad corporal a través de la movilidad articular y estiramientos de los músculos de manera suave y armoniosa.

En cada estación del año se practican ejercicios específicos para revitalizar los órganos internos.

Saber utilizar esta técnica, es una herramienta que nos mantiene en un estado de armonía entre el cuerpo y la mente.

Los ejercicios son fáciles de practicar y accesibles para todos.

Es un excelente método que ayuda a disminuir las tensiones y las contracturas dolorosas, frecuentes en cervicales, dorsales y hombros.

Este Chi Kung permite igualmente disminuir el estrés de la vida cotidiana por la relajación que producen los ejercicios.