La preocupación por la estética unida a un intento por salvaguardar un buen recuerdo sobre alguien querido ha hecho que el ámbito funerario incremente en casi un 50% el porcentaje de generación de empleo. Para ello se requieren especialistas en el cuidado, la higiene y el maquillaje de los difuntos. La Tanatopraxia es el conjunto de prácticas que se realizan sobre un cadáver, destinadas a mostrar al difunto de la mejor manera a sus familiares o amigos, con las debidas garantías sanitarias, mediante la conservación del cuerpo, los cuidados estéticos “Tanatoestética” o la reconstrucción de partes dañadas. Los objetivos principales de este curso, son capacitar al alumno para desarrollar y aplicar métodos para la higiene, conservación transitoria, embalsamamiento con productos biocidas, restauración, etc. La gran mayoría de los obetivos están orientados a que el Técnico de tanatopraxia y tanatoestética maneje de forma certera y eficaz las herramientas, los accesorios y complementos que rodean a esta profesión.