Se basa en la forma natural en que el niño aprende su propia lengua. Se experimenta la nueva lengua a través del juego, cuentos, canciones y actividades en las que el niño habla el nuevo idioma desde el primer día.

Si al nacer todos somos nativos potenciales de cualquier lengua, sea cual sea su dificultad: ¿por qué no todo el mundo es capaz de aprender bien una segunda o tercera lengua?

Estamos convencidos de que hay un momento muy concreto en el desarrollo del niño para aprender. Estudios recientes han demostrado que el mayor aprendizaje se realiza entre los 0 y los 3 años de edad, y se extiende, como mucho, a los 6.

En 3 años un niño ha sido capaz de aprender la gramática que rige la lengua materna y de aplicarla haciendo un uso creativo de ella.

Hay que aprovechar la gran capacidad que poseen los niños en estos preciosos primeros años de vida para aprender naturalmente alemán.