La formación universitaria para estudiantes de enfermería se ha caracterizado por la tendencia paradigmática positivista. Esto se debe especialmente a la falta de líderes académicos en enfermería para valorar, reconocer y promover currículos que adecuen otras perspectivas y el dominio del contenido biomédico en la educación de estos profesionales. En este sentido los estudiantes de postgrados vienen con esta tendencia y por lo tanto, es un reto llevar a dichos grupos una enseñanza muy contraria a la que aprendieron en las aulas de pregrado. La Universidad Pontificia Bolivariana es un ejemplo para demostrar que la formación universitaria no solo es academia, también es formación integral, que contempla al ser desde su cultura, su contexto social y familiar y esto permite que nuestros estudiantes se formen en otras perspectivas más integradoras. El módulo de bases conceptuales, modelos y proceso de enfermería, exige de un estudiante que tenga sentido de servicio y entrega a los demás. El estudiante de pregrado, requiere ver en la relación con el otro, un auto encuentro y una auto actualización. A través de la auto actualización, se generan verdaderas relaciones interpersonales, el profesional de enfermería acepta y promueve la libertad de los otros para crear su propio ser y su proceso de llegar a ser. Por ejemplo, es el conocimiento de sí mismo, que reconoce quién es y quién puede llegar a ser; que se basa en una relación personal auténtica. Este curso requiere de estudiantes que reflexionen sobre su propia visión del mundo, para comprender las diferencias del otro y las formas de ver la vida de sus pacientes y de sus familias. Deben tener un compromiso creciente de convertir el nuevo conocimiento especializado, en la transformación del cuidado, como parte integral de la enfermería.