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Este Curso, de formación continuada, acreditado, con carácter nacional, por la DIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD, INVESTIGACIÓN y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO DE LA CONSEJERÍA DE SALUD DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA, trata la gerontología en un lugar cada vez más importante en el ejercicio de la medicina, siguiendo así una evolución de nuestra sociedad occidental y la creciente importancia que en ella adquieren los ancianos.

A menudo se ha dicho que la gerontología no es una especialidad en sí misma, sino una forma de ejercicio de la medicina general cuyos practicantes son, de hecho, unos internistas que abarcan la totalidad de la patología para una franja de eda que se extiende a lo largo de unos 50 años de la vida humana.

¿Qué ha sido entonces de una fracción de este amplio campo de actuación: aquel que podemos denominar gerontopsiquiatría o mejor aún psicogeriatría o psicopatología del anciano, como hemos decidido hacer?

Nuestro maestro, el Profesor Péquignot, pionero de la geriatría, señalaba ya, hace casi 20 años, que constataba la frecuencia de los trastornos del comportamiento en los ancianos que le remitían a la consulta de geriatría, y señalaba que este término era utilizado a menudo como un eufemismo por el enfermo o su entorno, pero sobre todo por los médicos, en lugar del vocablo psiquiatría.

El Prof. Péquignot decía: "Este eufemismo es peligroso pues representa un triple desconocimiento: el de la patología orgánica asociada a la presentación psiquiátrica, el de la patología orgánica que explica la apariencia psiquátrica y, por último, el del diagnóstico psiquiátrico preciso, conocido y, por tanto curable".

En 1988, una encuesta de B.J. Burns y cols., publicada en el International Journal of Geriatric Psychiatry, señala que, en los asilos de Estados Unidos, el 68% de los residentes padecen trastornos mentales, casi el 40% un síndrome crebral orgánico deteriorante y el 30% trastornos psiquicos de otras causas.

Los autores señalaban la insuficiente atención a estos trastornos y los escasos medios dedicados a su cuidado, ya que en dichas instituciones, presupuesto se destina, casi por entero a cubrir necesidades físicas.

Este mundo de los ancianos, al cual, como tantos otros, hemos sido conducidos un poco por azar y sobre todo por la necesidad, nos parece especialmente diverso y atractivo. Tras un posible recelo inicial, reserva muchas satisfacciones, lo cual no sorprenderá a todos aquellos que ya se dedicaban a él.

Índice:

• Aparato psíquico del anciano.


•     El anciano como enfermo.


•     Entorno familiar  asistencial del anciano.


•     Psicopatología.


•     Psicoterapias.


•     Quimioterapia de los trastornos psíquicos.